1. No vendas productos o características, muestra la transformación

A la gente le importa un pito tu producto, a menos que seas Apple. Esas marcas juegan en otro nivel, en un juego de status donde el producto se vende solo.

Eso sí, han tenido que trabajar mucho para llegar a ese nivel y estás muy lejos de él (seguramente).

Si quieres que tu producto o servicio se venda, dile al cliente qué va a conseguir. Ejemplo:

– Las ventas de los clientes crecen de 2 a 5 veces en solo un año con nuestra app.

– Podrás secar el pelo en solo 5 minutos sin quemarlo con el secador X.

¿Suena atractivo? Seguramente más que:

– Nuestro software es estupendo, tiene una interfaz fácil de usar, se aprende a usar en solo 6 meses, te permite gestionar las ventas de forma más rápida, podrás gestionar mejor tu cartera de clientes…

¿Te has dormido ya?

– Este secador tiene 2000 W, su aire está lleno de iones de no sé qué…

Bueno, ya sabes.

2. Es más fácil llenar un vacío que «educar» al consumidor

Dicen que hay que educar al consumidor, pero esa tarea solo está al alcance de grandes presupuestos. Si estás arrancando, o estás escalando, céntrate en las oportunidades de negocio que ya existen.

No vayas de héroe, de eso está el cementerio lleno.

Busca necesidades para cubrir, e intenta llenarlas mejor que los demás. Haz que tu producto tenga un atractivo único. Ese atractivo puede ser muy variado: más rápido, mejor calidad/precio, menos trabajo, etc.

¡Tú decides!

3. Lo humano vende más que lo «prefabricado»

Olvídate de imágenes de stock, vídeos prefabricados, etc.

¿Tienes redes sociales? Muestra a tus clientes imágenes reales, de consumidores reales, de gente normal, de tu producto en uso… Todo eso que la gente define como feo, es lo que mejor funciona en el mundo del postureo.

Creeme, las redes sociales más «feas» que llevo son las que más ventas levantan. Y esto funciona, sobre todo, si el presupuesto no es elevado.

4. Si un mercado está saturado, es que hay dinero a montones

Dicen que no entres en mercados con mucha competitividad, pero esos son los mercados donde hay más dinero (normalmente). 

Lo ideal es buscar el equilibro, entre un mercado poco copado y donde haya dinero. ¿Quién tiene dinero? Pues la gente de 6 a 18 años, más bien poco.

¿Vendes productos para gente de 6 a 18 años? Entonces enfócate en mostrar el valor de tus productos a la gente que paga (los tutores, en este caso)… El que paga, manda.

5. Los precios no son altos, solo son caros para el valor que ofrecen

¿Sabes lo que es un commoditie? Son productos que se ha convertido en algo «natural» para los consumidores, que incluso eres capaz de asociar a un precio.

Un coche, una lavadora, etc. Todo eso son commodities. Y los productos básicos, no son caros ni baratos, sino que se miden por el valor que ofrecen.

Un Xiaomi por 600 euros es caro, pero un iPhone por 600 euros es barato. Hacen lo mismo, por mucha discusión que podamos tener aquí.

Y si no hacen lo mismo, es que uno es capaz de ofrecer más valor que el otro pese a que cuesta lo mismo fabricarlos. Si tu producto/servicio es percibido como caro, es que:

6. Un cliente contento es el marketing más potente que tienes

Pocas dudas de que el boca a boca es el marketing más potente que existe.

Da igual que sea de persona a persona, en forma de valoraciones, a través de llamadas para comprobar cómo funciona tu producto…

Además, si hay malas valoraciones, puedes aprovechar el feedback para mejorar tus servicios o productos. Vender el mismo producto o servicio es algo que ha quedado en el pasado. Hay que aprender del método Lean, es decir, aprender y mejorar sobre la marcha.

7. Un producto o servicio decente no se venderá bien si no tiene un buen marketing

Un producto mediocre se vende mejor que uno bueno con un buen marketing. Un servicio, igual. Da igual que hagas mejores webs que la mayoría, si no eres capaz de hacérselo ver a los clientes potenciales, estás out.

Asúmelo. El Marketing es necesario, como mínimo, para arrancar. Además, aunque seas capaz de captar clientes sin marketing, hay algo que es posible que no te hayas parado a pensar.

El marketing te permite elegir a tus clientes mejor que si no haces marketing. Exacto, puedes definir mejor tu nicho y captar a los clientes que te interesan, no solo a los que te vengan de rebote.

Esto es algo que siempre he entendido, pero hasta que no lo llevas a la práctica no descubres lo potente que es.

8. No tengas miedo a ser diferente, si quieres cosas diferentes, no hagas lo mismo que los demás

¿Quieres que pasen cosas diferentes? Haz cosas diferentes.

No tengas miedo a equivocarte, al fracaso. El fracaso, y el error, son necesarios para ser competente y bueno. Arriesgarse en este sentido es vital para poder destacar.

La gente que más lejos ha llegado ha sido, en muchas ocasiones, gente que se ha equivocado mucho, pero que ha aprendido de sus errores para seguir mejorando.

9. Compartir es hacer que los demás quieran venir a ti, y no demostrar 

Si te esfuerzas por hacer ver a los demás, cuánto de bueno eres, o cuánto ganas… más rechazo generarás.

Se trata de compartir con los demás, conocimientos, ayuda, etc. sin esperar nada a cambio. Si ayudas a los demás, y ofreces valor o consejos que puedan aplicar, generarás una fuerza de atracción brutal.

En uno de los anteriores mails te lo he contado: la gente se siente en deuda con las personas que les ayudan.

10. No trates a la gente de tonta, si se siente tonta, estás perdido/a

No hay que dar por hecho que la gente es muy lista, ni tampoco que es muy tonta. Solo tienes que hacer sentir a tu cliente inteligente. Sí, es decir, tienes que hacerle sentir que controla la situación.

Si la gente no te entiende, o se siente totalmente «estupefacta» con tus anuncios (bien porque no entiende un comino, o porque usas palabras de mierda como estupefacta) estás fuera de la carrera.